En 1934, se establece la compañía japonesa Fuji
Photo Film Co. con la proyección de convertirse en el principal productor de películas
fotosensibles del mundo. Seis años más tarde, la empresa diversifica su producción y
comienza a fabricar ópticas y equipos fotográficos. A partir de la mitad del siglo XX,
Fujifilm monopolizó la industria fotográfica del oriente al igual que su contraparte
Kodak que dominaba el occidente, y al convertirse en los patrocinadores de los juegos
olímpicos de 1984 en Los Ángeles, lograron traspasar las barreras oceánicas para
iniciar su crecimiento mundial.
Durante el auge de las cámaras SLR para película fotográfica, algunos modelos de
cámaras Fujifilm se popularizaron por su bajo costo y se convirtieron en los favoritos de
los estudiantes de muchas escuelas y academias, donde se impartían cursos de fotografía.
Era «la primera cámara» ideal por sus características de operación manual y
resistencia, aunque paulatinamente fue cediendo terreno a sus competidores superiores.
Ante el declive en la venta y producción de las películas fotosensibles, Fujifilm
realiza una alianza estratégica con la empresa Xerox y sobrevive con éxito a la
migración digital con una amplia gama de productos de consumo de varios niveles.
Uno de los productos con más personalidad que maneja actualmente la firma es la línea
«instax», de fotografía instantánea. Utilizando atractivos diseños compactos, las
cámaras Instax utilizan películas que se auto-positivan al instante haciendo prevalecer
el sueño de Edwin Land (fundador de Polaroid), bajo un concepto retro que ha encontrado
nicho en una juventud motivada por estilos de vida reticentes a las imposiciones
tecnológicas.
Complementando su oferta en el mercado digital, Fujifilm presenta una amplia línea de
cámaras compactas, compactas avanzadas y compactas de lentes intercambiables en la línea
X, con más de diez objetivos de focal fija y variable para elegir.
Las cámaras Fujifilm representan una alternativa económica y confiable para los
usuarios de cámaras digitales y sus desarrollos tecnológicos propios como el procesador
EXR II incluido en todos sus equipos, garantizan una buena calidad de imagen. Ochenta
años de experiencia en la investigación de materiales fotosensibles y registro óptico,
avalan la confianza en los productos de Fujifilm. |